Geografía poética III: INDIA

Geografía Poética III: India

Taj Mahal

«Profunda, obsesiva, lírica, indescifrable.

India.

Envidia del caos,
hambruna y derroche,
acción y contradicción
de límites insospechables.

Bella y nauseabunda, mística y masticable,
escupe entre sus dientes
el jugo de sus estambres
con aroma a incienso, basura y curry,
vacas sagradas y humanos venerables.

Esa es India,
la siempre India.

Apasionada y ambigua, efímera e inabarcable,
esconde entre sus mantras una historia interminable.

Agua y viento, tierra y llama
vacío silencio de ruido inalterable.

India y solo India.

Inmensa desde sus inicios.

Eterna hasta sus finales.»

Keral

Si queréis escuchar el poema con mi viva voz, podéis hacerlo en este otro lugar, pinchando aquí:

Solo llegar, quizá

 

Llegar

solo llegar, quizá.

Desnudar el alma

y esa piel que añora un íntimo contacto,

romper las barreras de lo improbable

y llegar,

solo llegar…

Quizá huimos siempre de las posibilidades,

saboteando desde dentro

la más tierna intimidad de nuestro sueños,

derramados como denso mercurio

sobre el suelo cristalino de nuestra mirada.

Y…

¿si llegamos?

¿Descubriremos que todavía

no creeremos que hemos llegado?

¿O llegar no se descubre,

simplemente

                                              … se consigue?

Quizá.

Al fin y al cabo

solo es eso,

llegar,

solo llegar,

quizá.

Keral

Sobre ausencias y más cosas:
Llevaba mucho sin publicar.

Un Viaje Creativo, el hermano viajero del Atlas, ha tenido la prioridad absoluta desde que se creó de cara a mi etapa viajera. Esa etapa ahora ha tenido un cambio, que no un final. El viaje, que iba con visos de ser de varios meses seguidos, ha vuelto a la base, a Madrid, para continuar de otra forma.

Así, el Atlas vuelve a producir, espero que de forma más continuada.

Mis disculpas a los que dejasteis de tener noticias mías.

Solo había que llegar. Quizá.

El pastor de nubes

Dedicado a Eduardo Galeano.

Amador Luna era ya anciano cuando mis pasos acabaron encontrándose junto a su sombra. 

Me contó que era pastor de nubes y que había varios como él repartidos por el mundo, en lugares estratégicos situados cada varios cientos de kilómetros. Cada uno se encargaba de una franja del cielo y las movían, removían, agitaban y agrupaban  todos los días menos los nublados, que era cuando descansaban.

  • ¿No te has fijado en que, de vez en cuando, hay personas que miran muy atentas hacia el cielo? – me dijo-.  Esos somos los pastores de nubes. Nos encargamos de darles forma, movimiento, agrupar a las más perezosas y recoger a las más rezagadas. Las moldeamos haciendo esculturas, pero claro, duran solo unos segundos. Las nubes son muy volátiles y revoltosas y no se dejan esculpir tan fácilmente como el mármol o la madera.

Con cierta fascinación e incredulidad, le pregunté:

  • Pero… ¿y los días nublados, los de lluvia?
  • Los días de lluvia es cuando se reúne la tribu entera, bailan, saltan unas contra otras, hacen fiestas, abren champán y, cuando la fiesta está más animada, las copas se derraman y caen sobre nuestras cabezas.

 

Keral

Los últimos segundos de Norma Jean

Está tensa. Su mano izquierda tiembla. Duda. Tiene miedo.

Se mira a los ojos, el espejo los refleja como un eco.

 

El metal se levanta y secciona el tejido como mantequilla.

Es breve.

 

Los mechones rubios impactan contra el suelo.

Norma se vuelve a mirar…

…dando la bienvenida a Marylin.

 

Keral

Disculpas de ausencia (+VÍDEO PRESENTACIÓN EL VIAJE CREATIVO)

Buenas a tod@s. Como habréis comprobado, la última entrada quedó hace ya unas semanas. He estado un poco-bastante-muy atareado con el el hermano viajero del Atlas, el Viaje Creativo y he tenido que ausentarme temporalmente de mis escrituras aquí. En breve volveré a publicar e intentaré llevar otra vez cierto ritmo.

A cambio os dejo algo especial, el vídeo que presenta mi Viaje Creativo, dedicado a todos los que estarán en él. Espero que lo disfrutéis.

¡Hasta los próximos versos!

 

 

Dale tus lágrimas al aire

Dale tus lágrimas al aire
deja que él las guarde y las transforme
en punto de rocío
la mañana de un nuevo día
cubriendo las rosas amargas de ese tiempo pasado
que arañan, desgarrando,
las arterias de tu pensamiento.

Deja que coagulen y precipiten
en una masa sólida y uniforme
que puedas separar con las yemas de tus dedos
de la superficie pulida de tu mirada,
como legañas imposibles
que te impiden abrir los ojos
y que, con el líquido limpio y cristalino
permiten al fin el paso de la luz
que tanto estabas suplicando,
agazapada, oculta
improbable en tus previsiones
de oscuridades y días nublados.

Las lágrimas solo sirven
para expulsar los miedos cristalizados
y si no tenemos eso en cuenta,
que drenamos lo que nos envenena,
pudre y contamina
viviremos en la mentira
de que nunca los habíamos expulsado.

Keral

El fotógrafo programado. Toma 2 (según Un Viaje Creativo)

Esta vez el Fotógrafo Programado lo ha realizado el hermanito pequeño del Atlas,  ahora con una cámara mucho más decente que la de la Toma 1 que hice hace unos meses.

Si queréis ver cómo ha quedado, pinchad sobre el marcianito, que os llevara al Viaje.

DSC1234-2

A ver si os gusta la segunda toma de El fotógrafo programado.

Evolución

Los dedos de Joaquín se apretaban con fuerza contra la dura superficie. Estaban blancos por la presión y el sudor se comenzaba a acumular en la cara, la cual se comprimía en una mueca de tremendo esfuerzo, con los dientes apretados y el ceño fruncido.

Sus piernas intentaban dar el impulso que le aproximase a la pared mientras su respiración había entrado en apnea, conteniéndose para acumular la fuerza necesaria para ese último impulso. Tras unos segundos de incertidumbre, su cuerpo comenzó a ascender, acompañado de un poderoso gruñido de energía acumulada. Al fin, sudoroso y jadeante, el cuerpo hemipléjico de Joaquín consiguió enderezarse frente a la espaldera.

Desde atrás, pudimos escuchar su voz fatigada murmurando:
– Como agarre al primer mono que tuvo la jodida idea…

∞ (INFINITO)

“Busco un punto de colisión
entre el horizonte y tu mirada
que permita abrir otra perspectiva
del espacio que te encoge y aprisiona.
Dibujar una intersección
que cruce tu eje de ordenadas,
asíntota cruel
para todo el que trata de abordarlas,
intentando acercarse a tu superficie
sin llegar nunca a poder tocarla.

Lo tuyo es la matemática: calculas
cada tramo que atraviesas,
perdida y vagabunda,
prolongando la ecuación sumando incógnitas
(¿aun te queda abecedario?)
sin la mas mínima intención de despejarlas.

Extiendes
el tiempo y el espacio,
dándoles un valor infinito
(“unopartidocero”)
esa es siempre tu coartada,
abates mortalmente al 8
y lo utilizas de trinchera en tu batalla:
∞… dolor
∞… duda
∞…tristeza

infinitas e incontenibles ganas de mantener cerrada
la persiana que aprisiona,
marchita
y envilece
el haz de luz
que podría llegar a ver,
algún día cualquiera,
tu hermética mirada.”

Keral

TÚ EL LÁPIZ, YO LA PLUMA #8 (DANI KERAL + RICARDO CASTRO (MI BRODER) )

Nueva entrada dentro de Tú el lápiz/yo la pluma. Esta vez el dibujo de mi hermano Ricardo con su curioso mapa… este es el resultado pictórico-literario que ha salido y con un homenaje especial a dos grandes viajeros, Lucía y Rubén, de algoquerecordar.com, y su Síndrome del Eterno Viajero (no os lo perdáis, un corto espectacular… y que no os dejará quietos en vuestro asiento).

Ricardo 

 

 

 

El último asalto

Sin saber por qué, le di un puñetazo.
Empezó el último asalto y mi sangre cubría el cuadrilátero. Los insultos de la muchedumbre, cabreada por el espectáculo lamentable que estaban viendo, me taladraban el cráneo mientras las palabras del entrenador resonaban en mi cabeza : «vamos, aguanta, no ataques, no se te ocurra cagarla.”
Volví a mi estrategia: moverme en círculos y protegerme.
Corría el último minuto y todo el público silbaba. Treinta segundos, veintinueve… Se acercaba el momento acordado.
Y entonces él tuvo que atragantarse. No se cómo diablos lo hizo, pero empezó a ahogarse con su propio protector dental y le golpeé. Le golpeé,  sin pensarlo, en mitad del estómago. con todas las fuerzas que había estado controlando durante once asaltos, en el instante justo en el que yo debía recibir el puñetazo que me noquease y le diese a él la victoria. 

Salvé su vida, gané la pelea… y perdí un millón de dólares.

Keral

Los labios sobre los labios

Porque no hay nada más repentino
que dos labios sobre dos labios,
ciegos, avanzando a tientas,
cruzándose en el mismo instante.

Alientos confundidos,
susurros en el aire
sonrisas fugaces que vuelan
buscando dónde posarse.

Tímidos gemidos que impregnan
jugosas pausas de dulce muerte intermitente
en un tiempo que, cuanto más avanza,
más parece detenerse.

Breves instantes de líquida ausencia
donde el sapiens se empieza a extinguir
donde nadie siente sin morir previamente
y nada importa si afuera el mundo
estuviera a punto de llegar a su fin.

donde la fría noche se transforma en cálida aurora
y el espacio infinito parece caber
en el estrecho abismo que dejan dos cuerpos
que, torpemente, comienzan a amarse.

Keral

Tú el lápiz, yo la pluma #7 (Dani Keral + Sheila Díaz)

Vuelvo a publicar sobre esa sección, el concursito, donde algunos de vosotros y yo participamos en la creación de algo nuevo. Esta vez el genial dibujo de Sheila Díaz… no dejéis de verlo, porque es uno de los que más me ha gustado (el dibujo y el resultado conjunto).

 

Sheila

 

Tu paisaje

Pienso en ti
detrás de tus ojos,
en ese paisaje que lentamente dibujas,
tras el murmullo esmeralda de tu mirada.
Pienso en qué es lo que estarás proyectando en él
y en dónde estaré yo dentro de sus colinas
pienso, incluso, si me habrás llegado a esbozar
o en si te habrás dibujado a ti misma.

Pienso en los recuerdos que ayudan a construir una memoria
y hasta qué punto pueden llegar a ser capaces
de mantener intacta la esperanza
que se tiene por hacer posible una historia.

Pienso en los espejos que reflejan nuestra imagen
y en qué es lo que reflejarían
si no fuésemos nosotros
o si fuésemos los mismos extraños
que quizá alguna vez se cruzaron, sin saberlo,
en el caos distraído y asfixiante
de esta enorme ciudad sin nombre,
perdiéndonos de vista entre la muchedumbre,
olvidándonos mutuamente casi al instante.

Y pienso en mi detrás de mis ojos
y en qué hacer con mi propio paisaje,
donde estás dibujada en mitad del encuadre,
tan nítida y dolorosamente clara:
si lanzarlo al viento,
romperlo en mil pedazos,
taparlo con gruesas e incoherentes pinceladas

o, simplemente…

…intentar terminarlo.

 

Keral